Hoy es la gran noche, la más esperada por todos los juchitecos y juchitecas, por la celebración de la grandiosa vela dedicada al santo patrono de la iglesia católica: Vicente Ferrer.

Con este acontecimiento social y la vela Cheguigo, la última de todas, se cierran las fiestas titulares de Juchitán, para que la sociedad vuelva a la normalidad, a su vida productiva, a prepararse para el siguiente año, que de nueva cuenta se organizará para dar continuidad a sus tradiciones y costumbres.

De muchas partes del estado, del país e incluso del mundo, como la prensa internacional y cultural de distintas partes, han venido para estar presentes este año en la majestuosa vela San Vicente Ferrer Goola o la vela grande.

Este año se celebrará en tres escenarios distintos, pero en las tres velas se celebra al mismo santo y aún así los espacios no son suficientes, porque son miles los que, puntuales a la cita, acudirán a divertirse toda la noche para retirarse a descansar mañana con los primeros rayos del sol.

Las mujeres lucirán sin duda alguna sus mejores prendas, los trajes bordados de innumerables hilos que se asemejan a las aves de plumajes brillantes y mariposas con alas multicolores.

Esta noche, desnuda como el pampano tendrá lugar otro acontecimiento, el jaguar descenderá de la montaña y vendrá con el hermano venado a saciar su sed en los riachuelos cercanos a Juchitán, el alcaraván y el cenzontle cantarán toda la madrugada hasta recibir el nuevo día.

 Mientras en la ciudad, la gente que se desvelará con una gran pasión por sus tradiciones y encantos, se entregará con frenesí en la última vela, donde danzará sus sones hasta que el cuerpo aguante, beberá y llevará a la boca las mejores viandas preparadas con anticipación.

La noche, ebria de alegría, de gozo interminable, caerá en brazos del nuevo día y, hasta entonces, con la aparición de los primeros rayos del sol, se abandonarán los salones mágicos, para trasladarse todos a descansar hasta que el siguiente año se repita el mismo ritual, los fiesta de las noches más alegres.

Para entonces, mayo que ya entra en agonía después de la última fiesta, vendrá a florecer hasta el próximo año, cuando los músicos, los curtidores de piel, los alfareros, los sastres, las confeccionadoras de los trajes regionales, los que visten los telones, los carpinteros y el ejército que prepara los lugares mágicos de las velas, vuelvan a izar las banderas en las iglesias, quemen el torito en los atrios, prendan y ofrezcan el incienso en los cuatro puntos cardinales y se beban la taberna en las mayordomías y en las calendas que toman lugar en las calles de Juchitán.

 Hasta entonces vendrá la gran fiesta y con ella la alegría desbordante. 

Preparemos pues para no faltar a la gran fiesta de la vela San Vicente Ferrer Goola en Juchitán.