Edgar Galán 

Letras que describen los infortunios, el desamor, la ruptura de pareja, incluso los violentos estilos de vida en nuestro país, versan las canciones de uno de los más importantes exponentes del regional mexicano, Alfredo Olivas. 

El también conocido como “El patroncito” abarrotó en Oaxaca el Auditorio Guelaguetza, donde miles de seguidores adquirieron un boleto para poder escuchar los mensajes reflexivos que llevan sus corridos y que lo han colocado como uno de los cantautores de música norteña más icónicos de nuestros tiempos. 

Una agrupación de músicos excelsos, una producción escenográfica de primer nivel y una carrera musical con más de 14 años, fueron el sustento para lograr uno de los conciertos más importantes que se hayan presentado en el máximo escenario de las y los oaxaqueños. 

En punto de las 22 horas salió al escenario Alfredo Olivas, con su clásico sombrero vaquero color negro, chamarra de piel, pantalón y botas a mismo tono, para interpretar sus canciones que lo han colocado como uno de los ídolos de la música norteña. 

“El precio de la soledad”, “El vals del olvido”, “En definitiva”, “Yo todo lo doy”, “Antecedentes de culpa”, “Vete” fueron algunas de las piezas que conformaron el “set list” del concierto en la Ciudad Oaxaca. 

El momento llegó para dar pie a “El Paciente”, letra que fue escrita por el acordeonista sonorense, en la cual describe su experiencia tras sufrir un atentado durante una presentación que ofreció en Parral Chihuahua. 

Luego de tres horas de éxitos, el público ovacionó la imagen de Alfredo Olivas, quien en todo momento agradeció el apoyo de los seguidores de su música.