La crisis en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) llega a su punto álgido con la anunciada renuncia del presidente, el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, cuyo efecto se hará patente a partir del 31 de diciembre.
Esta decisión surge en respuesta a las presiones de tres magistrados que, la semana pasada, exigieron su dimisión, alegando irregularidades y pérdida de confianza en su liderazgo.
«Ha sido una gran responsabilidad estar al frente del @TEPJF_informa y, por ello, es mi deber poner fin a la incertidumbre sobre mi permanencia en la Presidencia. He decidido presentar mi renuncia como presidente del #TEPJF y mi último día en ese cargo será el 31 de diciembre de 2023», escribió en su cuenta oficial de X.
Rodríguez Mondragón, quien había sido electo en septiembre de 2021 y se esperaba que presidiera el Tribunal hasta octubre de 2024, cede ante las tensiones internas.
La disputa se intensificó cuando tres magistrados promovieron la figura de Mónica Soto como su sucesora, respaldando sus políticas electorales centradas en la igualdad de género.
A pesar de la resistencia inicial del presidente saliente, las consultas externas realizadas por los magistrados rebeldes apuntaron hacia un cambio en la dirección del Tribunal. La única aliada de Rodríguez, la magistrada Janine Otálora, se encontraba ausente en Venecia, Italia, durante estos acontecimientos.
La confrontación alcanzó su punto culminante el pasado viernes en una sesión pública, donde los magistrados Felipe Fuentes, Felipe de la Mata y Mónica Soto exigieron la dimisión de Rodríguez.
Este intentó posponer la sesión, pero finalmente accedió a comprometer su renuncia para finales de diciembre.
El lunes, los cuatro magistrados se reunieron en un encuentro público, aparentemente para buscar una solución a la crisis.
Aunque Fuentes y De la Mata trataron de minimizar las diferencias, Soto no pudo ocultar su conflicto con Rodríguez.
En una carta difundida en sus redes sociales, Rodríguez defendió su gestión de dos años al frente del TEPJF, destacando su actuación con honestidad, imparcialidad y estricto apego a la ley. No obstante, reconoció que las tensiones actuales impiden la construcción de consensos y la conciliación de disensos, aspectos esenciales para la gobernabilidad institucional.
Fuente: Debate