El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este viernes que el próximo 5 de febrero, Día de la Constitución, presentará un paquete de reformas a la Carta Magna, pese a que Morena y aliados no tienen las dos terceras partes que se requieren en el Congreso para su aval.
López Obrador, que termina su mandato en octubre y que ya había anunciado que presentaría las iniciativas este año, detalló que las reformas afectan al poder judicial, al sistema electoral, a los salarios y a las pensiones.
“En esta ocasión no voy a asistir el 5 de febrero a Querétaro, el día de la Constitución, porque vamos a conmemorar ese día aquí en el recinto en donde se aprobó la Constitución de 1857 y voy a presentar ese día todas las iniciativas de reforma a la Constitución aquí”, informó esta mañana en su conferencia diaria.
El mandatario aseguró que sus propuestas buscan erradicar las reformas del “periodo neoliberal“, al destacar la iniciativa para que el salario mínimo suba siempre por encima de la inflación y la transformación del sistema de pensiones para que los trabajadores se jubilen con su salario completo.
“Que podamos reivindicar a los trabajadores, luego de esas reformas que aprobaron en el periodo neoliberal, que son contrarias a los derechos laborales, no sé cómo se aprobó eso, esa reforma de pensiones, donde un trabajador termina su vida laboral y su pensión no es ni siquiera la mitad de su sueldo”, apuntó.
Aunque hoy no detalló el resto, en conferencias previas ha anunciado que también presentará la reforma constitucional para que los ciudadanos elijan con voto directo a los jueces, magistrados y a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Sobre elecciones, ha propuesto reducir el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) y que “el pueblo” también elija a sus consejeros y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Asimismo, ha dicho antes que insistirá en otras iniciativas que ya fracasaron en el Congreso, que cambiará su configuración el 1 de septiembre tras las elecciones del 2 de junio.
Entre ellas están el traslado al Ejército, el control de la Guardia Nacional y una iniciativa eléctrica para contrarrestar la reforma que abrió a la inversión privada el sector energético en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
“Es un paquete de reformas importantes, en beneficio del pueblo de México, es lo que, pensamos nosotros, va a ayudar a tener un marco jurídico acorde a los nuevos tiempos, que facilite el que siga avanzando el proceso de transformación”, expuso.