Las manos mágicas de la artesana Claudia Vázquez que plasmaron su arte en una pieza única, hicieron historia al lado Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México.
Orgullosa de sus raíces oaxaqueñas, heredera de cuatro generaciones en la hechura del bordado de su región, el Istmo de Tehuantepec, Claudia Vázquez se dice orgullosa y feliz que su trabajo y el de todas las artesanas tengan alta distinción.
Sobre la prenda que portó la presidenta de México, admirada no sólo en el país si no en el mundo, fue bordada con amor y en donde enfatizó su sello personal porque la hizo para una persona que considera su amiga y familia.
Desde que se conoció que la prenda que vestiría la presidenta en su primer día de mandato eran de una artesana oaxaqueña, un vestido color marfil con el toque del bordado de Santa María Xadani, Istmo, la noticia se viralizó en México
Claudia Vázquez relata que cada prenda que diseña y los bordados que teje en ellos, tienen todo un procedimiento, ya que asigna días específicos. El vestido color marfil tuvo una elaboración de cuatro días.
Añade que su trabajo representa a la mujeres artesanas de Oaxaca que día a día se esfuerzan y luchan para llevar el sustento a casa, pero también que su trabajo se visibilice y no se queden atrás del nombre de una marca de diseñador.
La artesana Claudia menciona que su taller es familiar y la atención a sus clientes es personalizado, amable y sin distingo alguno. Hace unos meses, por azares del destino, en una muestra artesanal conoció a un integrante del equipo de Sheinbaum y se le adquirió una pieza, que además le gustó mucho a la hoy presidenta.
Segura de que lo que se viene será un gran desafío , de seguir elaborando piezas para la presidenta, Claudia Vázquez dice que su reto es seguir preparándose, pero además seguir representando a las artesanas, a sus paisanas de Xadani, un pueblito poco conocido inmerso en el Istmo de Tehuantepec, pero que ha dado grandes orgullos a Oaxaca.