Finalmente, después de 200 años de vida de México como nación independiente, una mujer asumirá la presidencia de la República. En sesión solemne, con la presencia de todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia del INE, consejeros electorales, integrantes de su próximo gabinete y su familia, Claudia Sheinbaum Pardo recibió su constancia de presidenta electa, una vez concluidos los cómputos y la validación de la elección del 2 de junio.
La presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Mónica Aralí Soto Fregoso, aseguró que México ha roto el techo de cristal, pues Claudia Sheinbaum llegó a la presidencia después de 200 años y 65 hombre y tras un largo proceso de resolución de impugnaciones al proceso.
Agregó que el 2 de junio las mujeres votaron más y por más mujeres y ello representa un avance en la vida democrática y recalcó que en estos comicios se ampliaron las acciones afirmativas para grupos en situación de vulnerabilidad.
“Nada opaca que México tiene la primera presidenta de la nación, por voto ciudadano”, sentenció en esta sesión histórica del TEPJF.
Dejó en claro que se realizó una competencia con base en las reglas vigentes y la voluntad popular se expresó en paz en las urnas.
Acotó además que el mensaje de la violencia, polarización y el odio laceran a la democracia y subrayó que una enseñanza es la necesidad de la participó en la paridad, pero “México se ha desprendido del piso engomado…México le quita el velo al patriarcado”, dijo.
Acompañada de esposo, su madre y su hijo, Sheinbaum Pardo llegó a la sede nacional del Tribunal, mientras a las puertas del organismo centenares de personas la apoyaban y gritaban consignas a su favor, mientras un grupo identificado con la Marea Rosa gritaban consignas en su contra.
LOS MENSAJES
A su ingreso al salón de sesiones, donde ya la esperaban sus colaboradores y allegados, Sheinbaum saludó a los funcionarios de la primera fila, donde tras darle la mano a ministros y consejeros, llegó al lugar de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, a quien tendió la mano, pero fue la ministra quien se acercó para darle un beso en la mejilla, a diferencia de la frialdad con la que siempre trató al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Antes, a las puertas del salón de sesiones, la presidenta del Tribunal y tres magistrados recibieron a la candidata electa y futura presidenta de la República, la única que no salió fue la magistrada Janine Otálora, quien la víspera subrayó las fallas en el pasado proceso electoral.
En la fila de atrás los próximos integrantes del gabinete de la próxima presidente aplaudían sonrientes, incluyendo a un trajeado Gerardo Fernández Noroña, que sonriente acudió a este acto solemne.
Fuente: Ovaciones