La decepción de los huatulqueños crece cada día más al notar que las arcas del municipio han sido saqueadas a lo largo de su administración, en contubernio con sus más allegados, utilizando a empresas fantasmas para facturar millones de pesos del pueblo costeño, mientras los pobladores sufren carencias a pesar de que se trata de una zona turística de alta plusvalía.
