En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, unos pobladores detuvieron a un ladrón al cual golpearon por varios minutos para después desvestirlo.
Pese a los golpes que tenia, los pobladores determinaron arrojarlo a las aguas negras para que aprendiera la lección.
El presunto ladrón quedó además de adolorido, apestoso por las aguas y posteriormente fue llevado a los separos municipales para pagar su condena, no sin antes pasar por un hospital para atender sus heridas.