Este concierto gratuito ante más de 15 mil espectadores cerró las actividades de Julio, mes de la Guelaguetza 2025
Oaxaca de Juárez, Oax., 31 de julio de 2025.- Al ritmo de congas, bongós, timbales, güiro, clave y maracas; liderado por el Rey de la Salsa, Rubén Blades, acompañado por la reconocida Roberto Delgado Big Band; cerraron las actividades de Julio, mes de la Guelaguetza 2025, en la histórica Alameda de León.
Ante más de 15 mil asistentes, el ícono panameño ofreció un concierto vibrante que hizo bailar y cantar al público durante más de dos horas, en una noche inolvidable para la ciudad de Oaxaca.
El espectáculo también marcó el cierre de los conciertos masivos, totalmente gratuitos, organizados por el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de las Culturas y Artes.
Desde el primer tema, Rubén Blades desató la euforia del público, que no dejó de moverse al ritmo de clásicos que han marcado generaciones. Durante la velada, interpretó sus clasicos como Plástico, Decisiones, Amor y control, Ligia Elena, Todos vuelven, Vale más un guaguancó, Las calles y Te están buscando, Juan Pachanga, entre otros.
Cada canción, cargada de fuerza narrativa y conciencia social, fue celebrada con ovaciones por parte del público oaxaqueño.
A lo largo del concierto, también sonaron piezas profundas y poéticas como Ojos de perro azul, La barricada, Emigrantes, Fotografías, Cuentas del alma, Paula C, Sin ti cariño, Arayué y La belleza del sol.
El recorrido musical incluyó además joyas del repertorio latinoamericano como El cantante, Lo pasado no perdona, Aunque tú no me quieras, María Lionza, Plantación adentro, Maestra vida y, por supuesto, la inolvidable Pedro Navaja, que provocó una ovación unánime y un emotivo coro colectivo.
Cada canción tejió una narrativa poderosa que resonó con el espíritu comunitario de Oaxaca. Temas sobre la identidad, la migración, la memoria, la desigualdad y el amor encontraron eco en una tierra que valora profundamente su historia, su gente y su cultura.
La conexión entre el mensaje de Blades y el corazón del pueblo oaxaqueño hizo de esta noche una experiencia entrañable y transformadora.
El evento se desarrolló en un ambiente de total civilidad, gracias al operativo de seguridad y control vial implementado en la zona por las corporaciones del Gobierno del Estado, sin que se reportaran incidentes.
Una vez más, Oaxaca demostró ser un escenario ideal para artistas de talla internacional, al contar con uno de los públicos más cálidos y apasionados del país.