Familiares del joven José Antonio Sánchez López, quien falleciera al interior del centro de rehabilitación “Luz y Vida” de Zaachila, pidieron a la Fiscalía General de Oaxaca investigar este caso y no dejarlo impune.
A más de 83 días de este hecho, los familiares refirieron que las investigaciones no avanzan, y que la carpeta de investigación se mantiene como al principio, sin que se castigue absolutamente a nadie.
De acuerdo con la necropsia de ley, se reveló que José Antonio Sánchez murió por un «traumatismo craneoencefálico severo».
La privación de su libertad, sin consentimiento de su familia, y la posterior muerte por presunta tortura, ponen en evidencia el «infierno» que viven muchos internos.
Estos «anexos» operan como negocios ilícitos, lucrando con las adicciones y usando la violencia en lugar de terapias, se informó.
Expertos acusan a las autoridades de los tres niveles de gobierno de omisión y complicidad, permitiendo que estos centros operen en la total ilegalidad y que los crímenes que cometen queden sin castigo.
Por eso pidieron atención y que se investigue y se castigue a los responsables.